Después de nuestra fantástica aventura en el Cuyabeno, volvimos a Quito ya que habíamos quedado con Manon, que a nuestro regreso estábamos invitados a casa de su padre a comer locro, que es una sopa típica de Ecuador.
Llegamos a casa de la familia Carrasco para pasar una noche y nos quedamos cuatro. Nos hicieron sentir como miembros de la familia. Les estamos muy agradecidos…tanto que es imposible expresarlo en palabras. Gracias de todo corazón a todos y cada uno de los miembros de la familia!
Manon, nos llevó a conocer el mercado de Otavalo. Antes de llegar al pueblo fuimos a visitar el lago San Pablo. Es un lugar lindísimo. A orillas del lago, hay un hotel que tiene un restaurante con vistas ideal para tomar algo y un pequeño embarcadero para ensimismarse con la belleza del lugar. Y continuamos camino a Otavalo, pero se nos abrió el apetito así que decidimos ir a comer una fritada (plato típico de la región a base de cerdo frito y choclo para acompañar) a un restaurante, que se llama Amazonas, que está unos 10 kilómetros pasado Otavalo, sobre la Panamericana. Después de comer seguimos nuestro camino y llegamos a Otavalo. El mercado de artesanías es enorme y es un lugar lleno de color. No habíamos comprado nada y allí, la verdad, nos desquitamos…
Continuamos la semana en Quito, de celebración de cumpleaños, muy bien acompañados y la mar de felices. Pero nuestro viaje debía continuar, así que decidimos que el fin de semana lo pasaríamos en Mindo. Le propusimos a Manon si quería venir y nos dijo que se apuntaba y esta le ofreció a su hermano Alejo acompañarnos…y se apuntó, perfecto! Cual fue nuestra sorpresa cuando Xavi, hermano de Manon y Arturo, nos comunicaron que iban a estar en Mindo ese fin de semana. Fantástico! Coincidíamos parte de la familia en Mindo!
Y el fin de semana llegó y a Mindo que nos fuimos. Solo llegar, nos fuimos a hacer la ruta de cascadas. Para poder empezar la caminata, hay que pasar un cañón en tarabita…y la cruzamos!!!! Aviso!!! No es apto para cardiacos!!!! La caminata es muy chula con sus puentes colgantes, la densa jungla rodeándote y si uno lo desea, se puede bañar. Mindo, es conocido por ser un lugar fantástico para poder observar aves; imaginaos si es especial que durante el desayuno en la terraza del hotel pudimos ver a una familia de tucanes, diferentes colibríes, una ardilla y otro tipo de aves! Muy chulo!
En el camino de vuelta a Quito, paramos a visitar el cráter del Volcán Pululahua. El volcán está extinto, actualmente convertido en reserva geobotánica y es uno, de los dos cráteres de volcán habitados del mundo. Ahí, en ese lugar mágico, nos despedimos de nuestros amigos, de nuestra familia quiteña…al día siguiente continuaba nuestro viaje rumbo a Colombia. Adiós amigos y familia quiteños, adiós Ecuador, les queremos mucho y gracias por todo!!!!
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