Llegamos a Quito emocionados ya que en la capital de Ecuador nos íbamos a encontrar con amigos… Después de 2 meses viajando teníamos ganas de ver caras conocidas.
Tras un viaje en autobús de 3 horas desde Baños, llegamos a la Terminal de autobuses de Quitumbe, situada al sur de la ciudad. Desde esta estación se pueden tomar todos los buses hacia el sur del país. Para llegar al centro tomamos el trole que cuesta 0,25$. Es rápido: te deja en pleno centro en unos 25 minutos; eso si va lleno hasta la bandera!
El hostal lo cogimos en el barrio de San Blas. De hecho, dormimos en 2 hostales diferentes ( ambos situados en este barrio) ya que el primero por su ubicación, en una calle lúgubre y solitaria, detrás del Mercado Central de Quito, no nos gustó demasiado y decidimos cambiarnos a The Secret Garden (Antepara E4-60). Este hostal dispone de habitaciones amplias, limpias y con buen colchón. Las duchas son una maravilla: buena presión y agua caliente de verdad. En la última planta tiene una terraza con vistas sobre todo el casco antiguo de Quito, muy chulo, la verdad. La única pega es que es muy, muy ruidoso.
Quito es una ciudad hermosa. Su casco antiguo es el más bonito que, de momento, hemos visto en Latinoamérica. Sus plazas e iglesias son una maravilla. Visita ineludible la Plaza De Santo Domingo y el Monasterio de San Francisco: espectaculares! En la Plaza Grande, encontramos la Catedral y el Palacio de Gobierno, que se puede visitar previa concertación de la hora de visita. Es necesario llevar el pasaporte tanto para la concertación de la hora de entrada como para la visita. La Ronda, es otro lugar mágico e imprescindible. Es una calle llena de sabor, con casonas convertidas en cafés y restaurantes. Si se quiere obtener una buena vista sobre Quito, sobre todo Quito, hay que ir al Panecillo. Es un cerro, que divide la capital y por ello se obtienen muy buenas vistas tanto del norte como del sur de la ciudad.
Estando en Ecuador, sería imperdonable no visitar la Mitad del Mundo. Está como a una hora y media del centro de Quito. Para llegar, se ha de tomar el Metrobus hasta la estación de Ofelia y ahí, tomar un autobús hasta la Mitad del Mundo. La entrada básica cuesta 3,5$. La verdad, es que el complejo no tiene mucho que ofrecer pero las risas que nos echamos haciéndonos las fotos ya valen un imperio!
Y si uno quiere un poco de juerga ha de ir al barrio de La Mariscal. Aquí, nos encontramos con nuestros amigos quiteños. Quedamos en La Plaza Foch, pleno centro del barrio, con Manon y Pato y conocimos a Andrés. Cuando llevábamos un rato reunidos, apareció por sorpresa, Andy. A Andy hacía como unos 5 años que no lo veíamos. Fue una noche mágica, de risas, charla y más risas. Nos hizo muchísima ilusión poder compartir con ellos, su ciudad, su país y su visión de Ecuador. Gracias chicos! Esperamos verlos pronto!
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