Surcando las aguas del Lago Titicaca

Salimos de La Paz, temprano, a las 07:00 horas. Nos pasó a recoger por el hotel, uno de los conductores del autobús, nos quedaban unas tres horas de camino hasta llegar al estrecho de Tikina.

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Estrecho de Tikina

Al llegar, bajamos del bus y cogimos una lancha para cruzarlo. Una vez cruzado otra vez al bus y dos horas de viaje hasta Copacabana. Todo el trayecto bordeando el inconmensurable Lago Titicaca.

Al llegar a Copacabana nos esperaba nuestra guía, María, que nos llevó a visitar la Catedral. Después, nos fuimos a comer la mejor trucha que hemos probado nunca y a hacer un poco de tiempo para esperar a Carlos, el guía que nos llevaría a la Isla del Sol.

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Catedral de Copacabana

Cuando llegó Carlos, nos dirigimos los tres al embarcadero para tomar un barco hasta la isla. El trayecto de hora y media, surcando las aguas del Titicaca, fue un poco soporífero por la lentitud del barco. Pasada por fin, la Isla de la Luna, llegamos a nuestro destino.

Desembarcamos y nos dispusimos a subir los 200 escalones de la Escalera del Inca que desembocan en la Fuente de la Eterna Juventud. Casi morimos… A mitad de la subida, tuvimos que parar porque el corazón se nos salía por la boca… soroche de nuevo… Una vez pasada la Fuente, caminamos durante unos 15 minutos hasta nuestro hospedaje…un lugar maravilloso en la parte sur de la isla con vistas a la Isla de la Luna…de ensueño.

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Escalera del Inca, Isla del Sol, Lago Titicaca

Tras descansar un tiempo prudencial, fuimos con Carlos a visitar unas ruinas precolombinas y después comenzamos a ascender hasta la mitad de la isla para poder ver el atardecer. Con charla animada sobre Bolivia, su riqueza cultural y su historia, pasada y presente llegamos a nuestro destino. Vistas inigualables sobre toda la isla y sobre el Lago Titicaca. Magia en estado puro!

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Volvimos al hospedaje, cenamos y a dormir! Al día siguiente, día de Challa, día de fiesta y de bendiciones, desayunamos con vistas y bajamos al embarcadero para tomar el bote que nos devolvería a Copacabana.

Al llegar, nos despedimos de Carlos y tomamos un bus destino Puno, Perú. Cruzamos la frontera sin problemas, en algunas guías pone que hay que pagar una tasa para salir de Bolivia: en nuestro caso no fue así.

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Paso fronterizo Bolivia – Perú

Llegamos a Puno, a las dos horas. Nos alojamos por una noche en el Hotel Huaytusive. Muy bien situado, limpio y con todos los servicios. Puno, no es muy bonito, es sitio de paso pero la Plaza de Armas es una maravilla.

Empezamos con Perú!

El tour del Titicaca, lo hicimos con Viacha Tours. Damos las gracias a Susan & Joerg por el trato recibido. Agencia 100% recomendable y fiable!

La Paz, ciudad de encuentros

Después de la gran aventura en el Salar de Uyuni y en la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, volvimos al Piedra Blanca Backpackers y nos encontramos con Tanja y Sarah de nuevo. Al día siguiente compartíamos vuelo a La Paz. Decidimos volar a La Paz, por la sencilla razón de que no queríamos que nos volviera a pasar lo mismo que cuando llegamos a Uyuni, y el trayecto entre Uyuni y La Paz es de unas 12 horas…

Volamos a La Paz con Amaszonas. Si alguna vez decidís realizar este vuelo que sepáis que si pedís sentaros en el lado izquierdo del avión, podréis contemplar la inmensidad del Salar de Uyuni durante el despegue y la primera parte del vuelo y contemplar el Lago Titicaca durante el aterrizaje. Impresionante y 100% recomendable! Nosotros tuvimos la gran suerte de estar sentados en el lado izquierdo!

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Vuelo a La Paz

Pues llegamos los cuatro a La Paz, cogimos un taxi al centro y de golpe la policía da el alto a nuestro taxi, se acerca uno de los policías y le dice algo al taxista que no pudimos comprender y…transferencia de dinero disimulada….y a continuar el camino…Os podéis imaginar nuestras caras, verdad?

Llegamos a nuestro hotel, Hotel Fuentes , en pleno mercado de la Hechicería, en el corazón de La Paz. El hotel esta muy bien situado, pero lo mejor que tiene, son sus vistas sobre La Paz con el Illimani de fondo…espectacular!!! Fuimos a cenar a un lugar que está justo delante del hotel, carito y no muy bueno, pero era nuestra última noche juntos, ya que Tanja y Sarah al día a siguiente partían hacia el Titicaca y nosotros nos quedábamos en La Paz. Nos tomamos unos cuantos Singanis (licor Boliviano) y nos despedimos!

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Cena de amigos en La Paz

Al día siguiente, nos levantamos con ganas de explorar la capital. Paseamos por sus empinadas calles, visitamos la Catedral y bajamos por la Avenida 16 de julio flanqueada por casas espectaculares. Cabe decir, que los días que pasamos en La Paz era Carnaval y en Bolivia se celebra por todo lo alto. Además de las típicas ruas, los niños y los no tan niños juegan a tirarse agua y espuma los unos a los otros…bueno, pues el día que hicimos este paseo estaba toda La Paz en la calle jugando…acabamos llenos de espuma! Continuamos bajando la Avenida (que va cambiando de nombre) y llegamos al barrio de Sopocachi donde comimos en un vegetariano. Después de comer, empezamos a subir hacia el hotel y nos encontramos con la dureza de la ciudad. Nunca nos ha costado tanto respirar como en La Paz. Cualquier esfuerzo, por mínimo que sea, te cansa. Nosotros lo hemos achacado a la suma de altura + polución, al fin y al cabo llevábamos unos 10 días viviendo a más de 4000 m.s.n.m.!

Esa y la noche siguiente cenamos en un restaurante en el que se come delicioso y que no está lejos del hotel: Angelo Colonial ( Linares 922).

Nuestro último día en La Paz, queríamos vistas de la metrópoli y fuimos a coger el teleférico. Lo estrenaron hace un año y actualmente hay tres líneas: la verde, la amarilla y la roja. Se prevé que en un futuro toda la ciudad este conectada por aire. Nosotros cogimos la línea roja que te lleva al municipio de El Alto. Es una pasada! Da mucha impresión porque se empina bastante y puedes ver toda La Paz. Cuando llegas a El Alto, en la misma estación hay una especie de centro comercial: subes al segundo piso y….tachán! Hay un mirador!

Teleférico de La Paz

Teleférico de La Paz

Bajamos de nuevo hacia el centro con la intención de admirar la plaza e Iglesia de San Francisco, pero la plaza estaba llena de gente jugando con la espumita. Nos pusimos a mirar hacia arriba y descubrimos que justo al lado, hay un bar con terraza ( Fundación Ichuri, Av. Mariscal Santa Cruz, Galería República Piso 7) y ahí que fuimos. Vistas espectaculares de la iglesia y de toda La Paz desde el mismísimo centro, un lujo!

Plaza San Francisco

Plaza e Iglesia de San Francisco

Por la noche como ya hemos dicho, cenamos en el restaurante cercano al hotel, pero no lo hicimos solos. Esa tarde, en la entrada nuestro hotel, nos encontramos con Barry. Con Barry habíamos coincidido en el tour del Salar, por lo que habíamos convivido con el durante tres días y nos habíamos despedido en Uyuni, y fijaros como es la vida: nos volvimos a encontrar cuatro días más tarde en La Paz. Fantástico!

Más allá del Salar de Uyuni

El tour del Salar de Uyuni lo cogimos con Andrea Tours, una agencia recomendada por Lonely Planet por su fiabilidad. Recomendamos encarecidamente no contratar ningún tour con ellos y ahora os explicaremos el porque.

El caso es que el tercer y último día de tour, el conductor se emborrachó y lo pasamos un poco mal. Al llegar a la agencia, la respuesta fue que lo sentían y que nos devolvían 100 Bob, les dijimos que no era una cuestión de dinero y que no lo queríamos, que se habían jugado la reputación.


«Experiencias varias a parte: el Salar de Uyuni es un espectáculo»


Hemos escrito a Lonely Planet para que en la próxima edición saquen a esta agencia de la guía y también hemos escrito, explicando la situación a «Bolivia te espera» (página oficial del Ministerio de Turismo de Bolivia). También hemos contactado con el Ministerio, a través de su página de Facebook: Ministerio de Culturas y Turismo del Estado Plurinacional de Bolivia.  Ya os explicaremos si contestan y que contestan.

Experiencias varias a parte: el Salar de Uyuni es un espectáculo. No sólo visitas el majestuoso desierto de sal, sino que durante tres días te adentras en la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo  Avaroa.  Son tres días de desiertos, lagunas, géiseres, volcanes, termas, nieve, el cielo más estrellado que hemos visto nunca, refugios de montaña, llamas y vicuñas…

Por que más vale una imagen que mil palabras, no nos extendemos más… Visitad este lugar que es es una maravilla!!!!

Uyuni: una aventura ya de entrada

 

El lunes pasado en el hotel de Potosí, mientras esperábamos a un taxi para ir a la estación de autobuses  para ir a Uyuni, conocimos a Sarah y Tanja, dos suizas que están recorriendo juntas Bolivia y Perú. Les preguntamos si querían compartir el taxi, a lo que accedieron y empezamos a charlar. Llegó el taxi, fuimos a la estación y subimos al autobús. Casualmente, íbamos sentados en filas consecutivas, así que estuvimos charlando todo el camino.

» En ese momento, ya estábamos reunidos varios pasajeros del autobús con un mismo fin: ayudarnos a llegar a Uyuni»

Cuando llevábamos ya un buen trecho, de golpe, el autobús paró y el conductor nos indicó que teníamos que bajar, que la carretera estaba cortada, que teníamos que continuar a pie. Todos los pasajeros del autobús, estupefactos y sin entender nada, comenzamos a bajar… fuimos preguntando a otras personas que estaban apeadas en la carretera y nos explicaron que los transportistas estaban protestando por el incremento de tasas y que nos quedaban unos 15 km hasta llegar a Uyuni. Nos dijeron que una vez pasado el bloqueo a pie, quizás podríamos encontrar un coche que nos llevará hasta Uyuni. En ese momento, ya estábamos reunidos varios pasajeros del autobús con un mismo fin: ayudarnos a llegar a Uyuni. Pensad, que entre los pasajeros, había una pareja con un bebé, cargados de maletas hasta arriba, un chico chino que tenía mal de altura y se encontraba fatal… Por lo que, entre las suizas, dos chicos japoneses, Kosque y el apodado, «El cachondo» y nosotros dos, ayudamos a cruzar a los que estaban en una condición desfavorable.

Al final, una vez cruzado el bloqueo, surgió un momento fantástico, podíamos ver el Salar de Uyuni desde la carretera, todos nos empezamos a hacer fotos y a reír! Lo mejor de todo es que empezaban a llegar taxis desde Uyuni para recogernos, así que priorizamos, primero cogieron el taxi la pareja con el bebé y el chico que se encontraba mal y al cabo de un rato vino otro taxi y nos subimos Tanja, Sarah, Kosque, «El cachondo» y nosotros. No sabéis lo que nos llegamos a reír.

Cuando llegamos a Uyuni(un pueblo del desierto Boliviano), fuimos cada uno a nuestros hoteles y quedamos para cenar después. Nosotros nos alojamos en Piedra Blanca Backpackers Hostel. Este hostel es fantástico: buenas camas, baños limpios (con papel higiénico) y agua caliente (de verdad). El wifi, pues bueno, algo hay, aunque en la puerta del desierto a 4000m.s.n.m., no puedes pedir mucho.

Fuimos a cenar al Minuteman Revolutionary Pizza. Cenamos muy bien los 6 y volvimos a carcajear durante un buen rato.  Luego ya nos fuimos a dormir que al día siguiente nos esperaba el tour de tres días en el Salar de Uyuni…

Valer un Potosí: visita a las minas

Hoy, domingo, hemos realizado con Big Deal Tours una visita a las minas de plata situadas en el Cerro Rico de Potosí.

Hemos elegido a Big Deal Tours para realizar la visita porque los guías son mineros en activo o jubilados, que por tanto conocen bien la mina y Es un dato a valorar, ya que es una mina activa.  Nuestros guías han sido: Wilson, Gina y Mario, el conductor.

La visita es impresionante y dura, tanto física, como mentalmente. Te recogen a las 09:00h y te llevan al mercado minero donde compras los presentes para los mineros. Los regalos van desde hojas de coca, refrescos y alcohol pasando por explosivos. Los mineros de Potosí compran su material para poder trabajar. Por cierto, un dato curioso o por lo menos sorprendente es que cualquiera puede comprar los explosivos, son de venta libre.

Visita a las minas, Potosi

Visita a las Minas del Cerro Rico, Potosi

Después de las compras te llevan a una especie de almacén donde te dan todo el equipo: pantalones, chaqueta, botas, casco, mascarilla y agua. Una vez vestido de minero te llevan a la fabrica donde separan los minerales del deshecho. Cabe decir que en Potosí, no solo hay plata, también hay cobre, zinc, plomo, entre otros. Una vez tienen los minerales separados del deshecho, se las venden a empresas europeas y americanas que separan los diferentes minerales, ya que Bolivia no tiene infraestructura para hacerlo y atención, lo más fuerte: Bolivia depués vuelve a comprar, a precio de oro, ese cobre, ese plomo o esa plata para su uso ¿qué os parece?

» Es la oscuridad más negra, silenciosa y angustiante que hemos sentido nunca»

Tras esta visita, vuelves a la furgoneta y te suben hasta la mina. Bueno, pues llegó la hora del verdad. Entras en la mina, y empiezas a andar por los túneles que van variando en altura, es decir, hay momentos que vas totalmente erguido y otros que vas encogido o de cuclillas (¡nos hemos dado unos golpetazos en la cabeza, menos mal que llevábamos casco!) y a esto, hay que sumarle que el suelo esta enfangado a trozos, lleno de agua en otros y seco pero con pedruscos en otros, por lo que al final no sabes donde mirar si arriba para no darte en la cabeza o abajo para no caerte. Además, estas a unos 4500 m.s.n.m metido en una mina, por lo que, si te costaba oxigenarte fuera, dentro ya es un poema. Sigues caminando controlas tus impulsos y te tranquilizas: vale lo has logrado puedes seguir caminando hasta el final de la visita y entonces, zas! Hay que subir unas escaleras de madera por donde casi no te pasa el cuerpo y encima hay tres niveles. Lo consigues, lo subes sin matarte y llegas a un lugar donde hay uno de los dioses mineros, El Tío. Allí descansas un rato, y junto con Wilson participas en un ritual de ofrenda a los Dioses mineros. Y entre chiste y explicación, te hace apagar los frontales y quedas totalmente a oscuras. Es la oscuridad más negra, silenciosa y angustiante que hemos sentido nunca. De ahí, te queda como un kilómetro a cuclillas para poder salir de la mina.

Explicaciones jocosas a parte, ¿os podéis imaginar realizar este recorrido, a diario, cargados con más de 20 kg de mineral, jugándote el pellejo porque hay detonaciones, fugas de gases, etc.? Y, ¿os podéis imaginar como os sentiríais, después de todo este trabajo, si la riqueza no se quedara en vuestros países?

Ah! Por cierto, Wilson y los demás os esperan, de hecho, Bolivia Te Espera.

Camino y llegada a Potosí

Salimos pronto de La Escondida,  rumbo a la estación de autobuses de Sucre. Para llegar imagecogemos un bus, cuesta 3 Bob. Sólo bajar del bus, vienen diferentes personas a vendernos los boletos, – Potosí, Potosí- nos dicen. Bajamos al andén para ver los autobuses y elegimos el que más nos gusta, compramos los billetes. Nos quedan 3 horas de camino.

El viaje es espectacular,  vas subiendo metros y metros hasta llegar a los 4000 Altiplanom.s.n.m., estas en el Altiplano. Empieza el mareo, el dolor en la sien, los ojos parece que se salen de las órbitas… Felicidades, ha sido usted premiado con el soroche (mal de altura). Llegamos a Potosí, cogemos un bus, llegamos al centro. Entre mareo y mareo, llegamos a nuestro hostal, el Eucalyptus el dueño nos recibe con los brazos abiertos. Bingo, volvemos a estar en casa!

Estamos desfallecidos, necesitamos comer y nos preguntan: -¿Boliviano? – ¡Por supuesto! – Id al Café Calendaria – Y llegamos a un lugar mágico, donde se respira paz y la comida, ¡ay, la comida!

Sopa de verdurasNos comemos las  mejores sopas de nuestras vidas! Probamos la carne de llama, es rica, nos recuerda un poco al hígado y para finalizar un mate de coca. El mate atenúa el soroche.

Llegamos al hostal, tomamos una homeopatía específica para el mal de altura y a dormir que al día siguiente nos espera la visita a las minas.

Potosí, es un lugar mágico, situado entre montañas y presidido por el Cerro Rico. Es un lugar árido, duro que contrasta con la amabilidad y simpatía de su gente. Son muy simpáticos y cachondos. El centro histórico es una maravilla.

Cerro Rico, Potosí

Un día en el Mercado Central

Finalmente, decidimos quedarnos en Sucre un día más…estamos tan a gusto aquí! Como ya os explicamos en la entrada anterior, el mercado de la ciudad nos ha fascinado. Hoy hemos pasado el día en él… Ha sido una gran experiencia… hemos charlado con las personas que regentan los puestos, hemos probado frutas nuevas, como el fruto del cactus, que es dulce y carnoso y comido una especie de estofado, el Saice y unas albondigas riquísimas mientras compartíamos mesa y charla animada con una pareja octogenaria de La Paz. El precio del menú han sido 20 Bob (2 euros).

Además, hemos comprado fruta, pan y pasta. Esta noche hemos preparado nosotros la cena en la cocina del hostal. En el viaje del verano pasado a Portugal, ya habíamos comenzado a comprar en los mercados y cocinar por las noches, pero hoy hemos decidido que va a ser una práctica habitual en nuestros viajes. De esta manera, podemos acercarnos más al lugareño e intercambiar sensaciones, en cierto modo, participar en la sociedad y a nosotros nos resulta más económico y saludable.

Por último, explicar que creemos que hay ciertas prácticas que deberíamos adoptar en nuestra sociedad. Por ejemplo, casi todo se compra a granel, por tanto se genera menos residuo y uno compra la cantidad que necesita. Las hierbas aromáticas y las infusiones se compran frescas. Las especies todas puestas en sacos, llenando la vida de color…Últimamente, en Europa están naciendo supermercados con está filosofía pero debería ser lo normal en vez de la excepción!

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Sucre

Bueno, pues ayer depués de 20 horas de viaje, llegamos a Sucre. Ya ha empezado nuestra aventura!

Sucre es una ciudad fascinante llena de luz, música y color y su gente es amable, educada y cordial.

Solo llegar al aeropuerto, cogimos un taxi ( precio fijo de 30 Bolivianos (Bob) y nos llevó hasta nuestro hostal, La Escondida. Está situado delante del mercado central, en pleno centro, en medio de todo el bullicio, donde ebulle la vida en Sucre! El hostal es muy tranquilo, está impecable, ofrece un buen desayuno y su personal es amable y te obsequia con pequeños detalles: un acierto!

Después de descansar un rato, decidimos ir a pasear por el mercado. Como cualquier mercado, está organizado por el tipo de producto que ofrecen: fruta, verdura, flores, condimentos, patatas, pastas, carnes, huevos…la diferencia primordial es que lo siguen vendiendo todo a granel, como por ejemplo las pastas que están clasificadas por sacos. Y las flores huelen como hacía años… que delicia! En general, un regalo para los sentidos.

En el avión conocimos a un chico que había vivido en Barcelona muchos años e hicimos migas y nos aconsejó que fuéramos al mercado a comer los chorizos ( típicos de Sucre) en el “7 Lunares»... sinceramente, riquísimos y ya sabéis que con lo del comer, no jugamos! Después nos tomamos un jugo de frutas en unos puestos que hay en el mismo mercado que dan a la parte central. Durante nuestro rato en el mercado tuvimos la oportunidad de interactuar con la gente, que nos trató como si fuéramos de “la casa». Menudos suertudos!

Cenamos en un sitio que recomendaba Lonely Planet, y a ver, estaba rico pero muy turístico… por lo que hoy, jueves, hemos decidido nosotros donde comíamos. Por la mañana hemos estado paseando por plazas y plazuelas de la ciudad, admirando sus iglesias y casas blancas, pintadas con cal y techos rojos…es una hermosa ciudad! Y una vez admirada la Plaza del 25 de Mayo, hemos comido en el balcón del restaurante “Plaza Restaurante «(Pza. 25 de Mayo, 34). Este balcón da a la plaza, todo un lujo. Hemos comido un menú que estaba buenísimo, a un precio razonable, con un personal atento y con público mixto: turistas y locales. Lo recomendamos!

Para hacer la digestiòn hemos caminado cuesta arriba durante 1,5 km hasta la Plaza Pedro  Anzures (Mirador de La Recoleta) donde hay unas vistas espectaculares sobre Sucre, y mira por donde, sorpresas te da la vida, cuando ya nos íbamos, hemos pasado por delante del Hotel Kolping (Pasaje Iturricha,  265) y tienen un mirador que no os podéis perder y al que puedes acceder gratuitamente!

Ahora, estamos decidiendo si nos quedamos una noche más en Sucre o partimos mañana hacia Potosí! Más en el próximo episodio!