Amazonia Ecuatoriana: Reserva de Producción Faunística del Cuyabeno

Uno de los lugares que teníamos claro que queríamos visitar, ya antes de emprender el viaje, era la Amazonia. Cuando llegamos en febrero a Bolivia, decidimos no visitarla allí y esperar a Perú. Y En Perú, decidimos que iríamos en Ecuador.

En Ecuador hay diferentes reservas, pero nosotros optamos por ir a La Reserva de Producción Faunística del Cuyabeno. Elegimos esta reserva por ser uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y por tanto, teníamos más puntos para poder ver animales que en otros lugares de la Amazonia.

Después de investigar diferentes agencias, nos decantamos por Carpe DM. Es una agencia sería, formada por un equipo muy profesional que conoce a la perfección los itinerarios que ofrece. Nosotros escogimos un tour de 4 días y 3 noches en Caiman Lodge (habitación privada con agua caliente y todas las comidas) y disfrutamos de lo lindo.

Para llegar al Cuyabeno, desde Quito hay que tomar un bus nocturno a Lago Agrio, que dura unas 9 horas. Ahí te recogen, y viajas durante unas 2 horas más hasta un lugar que llaman el Puente del Cuyabeno. Y ahí empieza la aventura!

El primer día, en el Puente, Darío, el guía, se presentó y formó un grupo de 10 personas. Comimos todos juntos y nos empezamos a conocer: los próximos cuatro días íbamos a ser compañeros de viaje y aventuras. Después de comer, nos subimos a la canoa y empezamos a descender el río hasta llegar a nuestro Lodge, situado en territorio Siona. Durante el viaje, que duró dos horas, tuvimos la oportunidad de ver, además de la exuberante flora, cinco especies de monos, una anaconda, dos perezosos y diferentes aves. Llegamos al Lodge descansamos un poco, un refrigerio y a la canoa de nuevo. Tuvimos la suerte, de poder avistar varios delfines rosados, que son de agua dulce y difíciles de ver y más tarde, fuimos a bañarnos en la laguna! La primera noche en el Lodge, cuando nos acostamos, pensamos que jamás podríamos dormir. Millones de cigarras cantando, ranas croando dentro de árboles huecos, miles y millones de sonidos nuevos y ensordecedores…dormimos como troncos.

El segundo día, después de desayunar, fuimos a caminar por la selva. Botas de caucho puestas y a por ello! Fue increíble! Primero caminamos sobre tierra firme pero después nos metimos en una ciénaga con barro hasta las rodillas, siendo bastante complicado a la par que divertido avanzar! Una gozada… En esa caminata vimos dos tipos de hormigas, ambas grandes, por no decir enormes… una, era preciosa, negra con topos blancos y la otra, la hormiga gigante, la más grande de las hormigas. Su picadura, dicen, provoca mucho dolor y te inmoviliza. También vimos un dragón amazónico y más monos. Por la tarde, volvimos a nadar a la laguna y después a descansar, que por la noche nos esperaba la caminata nocturna. Esto sí, fue fuera de serie! Subimos a la canoa y el cielo estaba completamente estrellado, el más estrellado que hemos visto en nuestras vidas, algo mágico. Llegamos al lugar donde teníamos que desembarcar y ahí, Darío nos dio las indicaciones que se limitaban a no tocar nada. Empezamos a caminar y zas! Ahí la vimos, una araña lobo. Esta araña no tiene telaraña, es cazadora…y enorme! Espectacular! Además, de esta araña vimos otros arácnidos, como una araña que fabrica una telaraña dorada y otras que son pequeñitas, pero viven y trabajan juntas y su telaraña es de las más grandes que se fabrican. Además, tuvimos la oportunidad de ver como un insecto se quedaba atrapado en una telaraña y como la araña, lo comenzaba a envolver con su tela y como se comía el insecto. Aprendimos que las arañas realizan la digestión externamente, es decir, cuando el insecto esta enrollado, muerden e inyectan jugos que descomponen a la víctima y luego se la beben. Alucinante! Esa misma noche vimos escorpiones, opiliones, langostas, sapos…. Era como estar en un documental de National Geographic!

El tercer día nos levantamos pronto: tocaba avistamiento de aves. Pudimos ver tucanes, pavos hediondos, martines pescadores, pericos y otras especies de pájaros. Luego fuimos a visitar una comunidad Siona. Esto nosotros ya lo considerábamos desde el inicio una turistada…y se confirmaron nuestras sospechas! La primera parte, estuvo bien, ya que aprendimos a hacer pan de yuca y la cosa estuvo distraída, pero la segunda parte, era la del chamán y bueno, si uno quiere limpiezas y viajes con alucinógenos, entendemos que ha de ser en privado y sin observadores… pues el chamán hizo una limpieza grupal en un periquete, mientras dos chicos esperaban a tomar la ayahuasca (bebida alucinógena) esa misma noche. Sin comentarios. Esa noche, fuimos a ver caimanes..y los vimos y ellos también a nosotros…un poco de miedito si nos dió…no todos los días se tiene a un animal de 4 metros y carnívoro a metro y medio!

El cuarto y último día fue el de la despedida y nos dio mucha pena! Hay algo mágico en la Amazonia y cuesta irse. Durante las dos horas de camino al puente, ahora río arriba, fuimos despidiéndonos del lugar, del río, de los árboles, de la fauna…y nos costó mucho. Al final, desembarcamos y subimos a nuestro autobús: nuestro viaje continua!!!